lunes, 2 de abril de 2012

Cuidado con lo que firmas.

Las dos o tres primeras veces que pensé en este blog fue casi en bromas, en jornada laboral, sin pararme a pensarlo de verdad, más como un planteamiento del tipo "si alguna vez hiciera algo así, hablaría de por qué no hay que avalar a la gente cuando pide dinero." Pues está hecho y es justicia que escriba este post.

Trabajo en el sector de recuperaciones de crédito. Llevo fundamentalmente recuperación de créditos al consumo, eventualmente hipotecas, concursos de acreedores y lo que tercie, pero fundamentalmente créditos al consumo. Como casi todos los abogados que se dedican a recuperaciones, vaya, nada nuevo bajo el sol. Y ya he oído de todo. Desde que si pagan un cincuenta por ciento de la deuda se puede quitar de avalista al avalista hasta que "entienden" que un pago con quita es compatible con un pago a plazos.

He visto de todo, desde familias que han tenido verdadera mala suerte y se han quedado en el paro sin poder afrontar las letras del coche que el señor compró para trabajar de comercial, hasta jetas que piden treinta mil euros para comprarse un coche y después de tres letras o cuatro pagadas y, por supuesto, sin comprar el coche, hacen las maletas y se largan a su país no comunitario de origen, o desaparecen, o cambian de domicilio en su país de origen, éste mismo, cinco veces al año para que no sea posible localizarles. Los peores, los más sangrantes, son los que dejan enmarronados a cónyuges, primos, hermanos, ascendientes e, incluso, descendientes. Y tras haberlo visto todo, sólo puedo deciros que tengáis mucho cuidado con las cosas que firmáis.

Cuando pides un préstamo hipotecario, crédito al consumo, crédito personal o cualquier otra inyección de dinero a un banco tienes que saber una serie de cosas fundamentales. Os las enumeraré a continuación, aunque sin soltaros el típico rollo de legislación. Si alguno está realmente interesado que me ponga un correo electrónico y yo respondo, pero no voy a copiar la ley aquí. Este blog no está para eso.

  1. Respondes con todos tus bienes, presentes y futuros. Es fundamental ser conscientes de esto. Puede que hoy no tengáis un duro, pero si mañana se muere vuestra abuela y os deja mil euretes, ahí va a estar el banco, cual buitre, para quedarselos en pago de aquella deuda que, además, lleva un lustro generando intereses. Si prevéis que no vais a poder hacer frente a las cuotas, vuestro trabajo es precario o intuís que vuestra empresa va a quebrar, no compréis a crédito.
  2. Si impagas tres cuotas, el contrato se da por incumplido, porque lo firmáis, y el total que os queda por pagar se vuelve inmediatamente exigible. En cristiano de España: a la tercera letra del coche que no paguéis, estáis bien jodidos, porque va a venir el banco a que paguéis íntegro todo lo que os falta. Da igual el tipo de financiación. Y para que no os demanden sólo tenéis una opción: puesta al día, que implica un préstamo que cubra lo que debéis actualmente y además los intereses de demora y los gastos que se hayan producido por el impago. Además os van a pedir una garantía, personal o real, para refinanciaros. Quiere decir que tenéis que darles algo a cambio, una persona que pague por vosotros si no podéis o un bien, preferiblemente inmueble, que puedan vender si volvéis a impagar. Una vez más, si prevéis que no vais a poder hacer frente a las cuotas, vuestro trabajo es precario o intuís que vuestra empresa va a quebrar, no compréis a crédito.
  3. Cuando firmas como avalista o fiador en un contrato de préstamo, el banco, que es el que manda, rellena el formulario diciendo que eres garante solidario del contrato. Esto quiere decir, en palabras de andar por casa, que si el que ha pedido y recibido el dinero dejara de pagar, vas a pagar tu. Da igual lo que te diga el comercial del banco, da igual lo que te digan tus padres o tus hijos o tu pareja o tu prima la de Cuenca, te vas a tener que hacer cargo de la deuda, y más aún, vas a ser parte en la demanda, y como el que pidió el dinero no tenga dónde caerse muerto, o en su defecto, lo tenga bien escondido, te va a tocar que te embarguen una parte del sueldo para pagar su deuda, que también es tuya. No es el fin del mundo, pero recuperarlo te va a costar meterte en un juicio que no quieres pagar, porque te va a salir por un pico, y si no tiene dónde caerse muerto para el banco, para ti, que no puedes pagar detectives privados ni índices del registro de la propiedad alegremente, menos. Y da igual también ahora lo que diga el comercial o el "abogado"* del banco. Hasta que la deuda no quede total, absoluta e íntegramente cancelada no vas a dejar de ser avalista. Jamás. Ni aunque se alineen los planetas y Michelle Pfeiffer o George Clooney se planten en tu puerta suplicandote una maratón de sexo desenfrenado. Si se da esa situación, aprovechad y hartaros de sexo desenfrenado, pero sabed, que al final del día vais a seguir debiendo dinero que otro ha disfrutado al banco. Y que no van a sacaros del contrato por mucho que les paguéis el 50% de la deuda ni bailés por soleares. Mi consejo, en este caso, además de que si prevéis que no vais a poder hacer frente a las cuotas, vuestro trabajo es precario o intuís que vuestra empresa va a quebrar, no compréis a crédito, es que no enmarronéis a familiares ni amigos, porque no sólo vais a perder la casa o el coche o parte del sueldo, vais a conseguir problemas personales con familiares y amigos íntimos por un dinero que podríais no haber malgastado si hubierais seguido mi primer consejo. Y si sois el familiar o amigo al que le piden aval, mucho cuidado con lo que firmais. Jamás lo hagáis sin leer toda la letra pequeña, y sobre todo, jamás lo hagáis si no vais a poder haceros cargo de la deuda holgadamente, porque, con la que está cayendo, lo más normal es que os toque pagar.
  4. Los derechos de cobro, como cualquier otra cosa, pueden ser objeto de comercio. Es decir, el banco puede vender a otra persona la deuda, entonces será otra persona la que le pida el dinero, esto se hace en casos extremos, con carteras que no esperan recuperar, con créditos que llevan mucho mucho tiempo impagados, pero no te sorprendas si de repente empiezan a llamarte diecisiete veces al día por teléfono porque debes dinero a alguien con quien jamás has contratado. Lo primero que tienes que hacer es ponerte en contacto con ellos para negociar la deuda. No suelen ser reacios a pagos parciales, tendrías una nueva letra y fin. Si tienes un acuerdo de pago con el banco y este vende tu deuda, lo más probable es que el comprador mantenga el acuerdo de pago. Habla con ellos y negocia. Una vez más, mi consejo es que si prevéis que no vais a poder hacer frente a las cuotas, vuestro trabajo es precario o intuís que vuestra empresa va a quebrar, no compréis a crédito.
  5. Por último os hablaré de ASNEF. La lista de morosos. Cuando alguien deja de cumplir sus obligaciones frente al banco, el banco, además de todo lo que os he ido relatando, le da de alta en una lista de morosos. Es una lista que se consulta por todas las entidades antes de financiar nada. Todas las entidades que financian, no sólo los bancos. Podéis tener problemas hasta para cambiaros de compañía de móvil para conseguir un smartphone nuevo. Las listas de morosos son la forma que tienen los bancos de autoprotegerse contra la gente que no paga. Vais a tener todas las puertas del crédito cerradas, no os van a financiar en ningún sitio y es probable que tengáis problemas a la hora de cambiar de coche, teléfono, incluso de casa si alquiláis a un banco o a alguien que pueda tener acceso a la lista de morosos. Y además, una vez que saldáis la deuda, se tarda un tiempo en que os den de baja de esa lista, sobre todo si se ha iniciado un procedimiento judicial. Aquí, por último, y con más énfasis que nunca, si prevéis que no vais a poder hacer frente a las cuotas, vuestro trabajo es precario o intuís que vuestra empresa va a quebrar, no compréis a crédito.

*"abogado" del banco: jamás un abogado colegiado y con la carrera realmente aprobada os dirá algo así. Si alguien intenta venderos que pagando un alto porcentaje de la deuda se os sacará del contrato de crédito y dejaréis de ser avalistas o fiadores no le creáis, jamás, porque es mentira. Si una persona os dice que por pagar la mitad de la deuda vais a dejar de ser avalistas o fiadores, simplemente os está engañando, así que podéis poner en duda también lo de que sea abogado. De lo que no debéis dudar es de que es un pelín hijo de puta y que se va a llevar comisión de lo que paguéis sin sacaros del contrato. Porque no se puede sacar a un avalista de un contrato incumplido. Ni de uno sin incumplir tampoco, pero incumplido menos.

Recordad, es muy importante leer la letra pequeña y preguntar cualquier duda que os surja al leerla. Están obligados a responder y a asegurarse de que habéis entendido cada término del contrato antes de firmarlo. En próximas entregas hablaremos de otros asuntos relacionados, por ahora ya os he aburrido demasiado. Cualquier duda, comentarios y correos serán bienvenidos.

Hasta la próxima entrada.

2 comentarios:

  1. Tengo dudas acerca de la lista de morosos. Tengo un amigo que lo metieron en una a costa de unos impagos a la famosa "cuenta ahora", y le dijeron que si pagaba toda su deuda, saldria inmediamente de la lista de morosos. Yo le he dicho que no es asi, que en eso se tarda, pero no me hace ni caso.
    Si pudieras ampliar este aspecto para pasarle el enlace, te lo agradeceria.

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  2. Claro, te cuento. Cuando pagas se supone que te sacan de la lista de morosos. Lo que tardan en hacerlo depende de la operativa del banco, en primer lugar, y en segundo pero fundamental, en si se ha iniciado una reclamación judicial.

    Si ha habido demanda el banco no va a dar de baja su expediente hasta que se pasen todos los gastos que ha provocado el impago, minuta de letrado y procurador incluidas. Normalmente es la minuta del procurador lo que ralentiza estos asuntos. O su mala gestión. Que se entere de quién lo lleva y le llame para pedirle educadamente que pase su minuta para terminar el asunto y salir de la lista.

    Si no ha habido demanda porque ha sido una persona cabal y responsable y tenía pasta (en último lugar pero primero en importancia) suelen tardar entre dos semanas y un mes. Normalmente los bancos dan instrucciones de bajas cada dos semanas o cada mes como mucho.

    Si tu amigo tiene especial prisa, y esto es un truco y está muy feo hacerlo y blablabla, que envíe un correo electrónico a la agencia de protección de datos, con copia a la sucursal donde tenía la deuda, solicitando información sobre el plazo razonable que puede tardar una entidad en sacar de la lista de morosos a un cliente que ya ha saldado su deuda. No te garantizo que vayan a hacerlo al día siguiente, pero sí te aseguro que van a tratarlo con más prioridad.

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